El edificio de muchos colores, la Casa Batlló es un edificio del siglo XIX renovado, es una de las obras maestras de Antoni Gaudí en Barcelona, con un interior único y extraordinaria fachada.

La casa fue construida entre 1875 y 1877. En 1900 fue comprada por un rico industrial Josep Batlló i Casanovas quien ordenó al arquitecto Antoni Gaudí demoler la casa vieja y sustituirla por una nueva. Sin embargo, Gaudí estaba convencido de que lo mejor sería simplemente reconstruir el edificio existente. Por lo tanto entre 1904 y 1906 el arquitecto modificó la fachada y el techo de la casa, añadió un piso adicional y transformó por completo el interior dentro del edificio.

La fachada de la Casa Batlló es de piedra arenisca cubierta de "trencadís" coloridos y mosaicos catalanes. Según Gaudí en las opciones de construcción no existe ni una línea recta. El primer piso está decorado con una enorme ventana de forma irregular y ovalada. Las barandillas de los balcones de los pisos inferiores tienen forma de huesos y en los pisos superiores se ven como piezas de cráneos. Gracias a estas características, a la casa se le apodó como “La Casa de los Huesos”, no obstante, debido a la gran ventana de la primera planta se le dio otro nombre a la casa: “La Casa de los Bostezos”.

El techo de colores parece la piel de un reptil. Según algunas versiones de los amantes de la arquitectura de Gaudí, el techo es un dragón. Una pequeña torre con una cruz simboliza la espada de San Jorge que sobresale de un dragón, y los huesos y cráneos en la fachada representan todas las víctimas del dragón.

El interior de la casa no es menos fascinante que su fachada. Una vez más, el arquitecto de alguna manera procura evitar las líneas rectas. Aquí presta mucha atención a los detalles en el diseño de las puertas de madera, ventanas de vidrio, azulejos de colores y a la chimenea.